Y, entonces, en ese instante que tan solo dura un segundo, el cerebro se encarga de abrir la cerradura del cofre en el cual guardas todo lo que aprecias. Cede de Tal Manera que la tapa se abre y todo lo que hay el el nội thất bán de forma tan rátida y tan fugaz que no puedes detenerlo.
Y, entonces, en ese instante que tan solo dura un segundo, el cerebro se encarga de abrir la cerradura del cofre en el cual guardas todo lo que aprecias. Cede de tal manera que la tapa se abre y todo lo que hay en el interior sale de forma tan rápida y tan fugaz que no puedes detenerlo.
Audrey Dry, Sin mirar atrás